Abilio padrón
La presente muestra sintetiza facetas del maestro de arte venezolano (Pedro) Abilio Padrón García (1931). Ella sugiere rumbos que toma su hacer, dentro de una discreción y humildad, nada desprovista de oficio y dignidad. Llamo a Abilio -quizás anticipadamente- polímata del arte como insaciable creador desde su vision cosmopolita.
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Abilio curso estudios de arquitectura en la UCV (1951-1954) por cierre de la universidad en su contexto histórico, simultáneamente estudió arte en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas (1951-1956). Entre 1955 y 1956 trabajó en el taller de afiches dirigido por Spezky Noske. En 1956 viaja a París, donde entra en contacto con el movimiento cinético y al año siguiente asiste al Centro Artístico Internacional de Roma. A su regreso a Venezuela participa en salones como el II Salón de la Joven Pintura (Caracas, 1957), XVI Salón Arturo Michelena (1958), Salón Planchart (1958), Salón Julio T. Arze (1960), Salón Nacional del Dibujo y el Grabado (1961 y 1962) y Salón de Dibujo Humorístico (Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UCV, 1961). A principios de la década de los sesenta presentó sus primeras individuales de dibujo entre 1962 y 1969.
Mientras supera los tiempos de forma resiliente, Abilio Padrón pintó y generó trabajos diferentes. La selección de la muestra nos habla del contexto histórico de sus limitaciones y oportunidades. Nos habla y nos invita a conocer sus caminos tomados y andados, expresados con su trabajo plástico, con las que retoma el espacio expositivo de la Galería Blasini Morrison.
En la entrada se puede disfrutar de un grupo de obras realizadas por el artista en el período (19801982) que se enrumban al trabajo hecho en total libertad. El artista realiza trazos que sugieren formas y se relaciona con contenido memorístico, sin llegar a ser escritura automática. Crea personajes, imágenes que evocan de forma anticipada los conocidos avatares, y situaciones que le recuerdan algo concreto y a la vez fabulado. Mezcla materiales y disolventes. Todo un taller de ingenio y creatividad.
Dentro de la Sala 1 se exponen obras que datan dentro del período comprendido entre (1998-2013), en las que el artista da la oportunidad al espectador de identificar lugares, monumentos icónicos, personajes, contexto histórico, con la obra “La Ciudad de Caracas” (1998). Donde el espectador conectará con los “Códigos de los Cronistas de la Conquista”, gráficas libres que recuerdan y conectan con lo indígena, donde hace uso del lenguaje caricaturesco. La composición obedece a ritmos, a elementos orgánicos, objetos, ficciones en un espectáculo armónico de gran belleza. Son caricaturas – pinturas de temática mundial, humor sin palabras, a la interpretación del espectador según su comprensión plástica individual.
En el primer pasillo intermedio, unos estantes contentivas de libros, folletos, catálogos del rico universo creativo del artista que ha tenido prolija participación en el mundo editorial. La obra denominada “Matissiana” inspirada en Henry Matisse caracterizado por el uso de los colores vivos e intensos, formas simplificadas y contornos marcados con el aporte de su paleta de colores y trazos.
En la Sala 2 , una llamativa obra con fondo azul, cuyo origen está en los Collages que Abilio muestra como interesante ejercicio de composición. Refiere Abilio la obra de Henri Matisse desarrollada al final de su vida donde hace ejercicio de composición a base de líneas y superficies curvas.
En el segundo pasillo intermedio disfrutamos de una obra con degradacion del –azul– tonos blancos y verdes, su búsqueda es libre con extraños personajes abstractos.
En el pasillo principal de la GBM, encontramos al inicio una obra de fondo negro y personjaes caricaturescos de colores vivos, vibrantes demarcados en lineas con identidad propia del artista Abilio Padrón. En el mismo pasillo seguidamente de una serie de cinco piezas presentadas en fondos negros como parte del montaje para realzar la técnica y efectos ópticos-lumínicos títulado por el artista como estructuras lumínicas – escrituras irisdiscentes, donde el espectador en movimiento genera variaciones cromaticas de la imagen, inspiradas en la abstracción geométrica y lírica, produciendo a sus sentidos una especie de animación momentánea. Todo sucede en ese justo momento como irrepetible.
En las escrituras iridiscentes el objetivo es crear un sistema de signos susceptibles de recibir la carga lumínica. Se procede entonces a realizar una especie de escritura automática con intención aleatoria, no controlada, similar a los procedimientos del “automatismo psíquico” que emplearon los pintores surrealistas y que también heredaron los pintores de acción norteamericanos. En las estructuras lumínicas la intención es la de lograr mayor control de los efectos lumínicos, podría decirse que menos aleatoria, más constructivista porque obedecen a un canon, a un orden modular. Por eso en ellas encontramos formas básicas de la geometría que subyacen en la armazón compositiva y que diversifica en el efecto lumínico.
En la Sala 3 encontramos las cajas Caleidoscopicas Anamórficas, que generan en el espectador una especie de curiosidad contemplativa ante las imágenes geométricas del artista, el espejo y el desplazamiento del espectador. Capaz de producir la ilusión de modificación de la imagen real geometrica, sin llegar a ser cinetismo propiamente dicho, tiene más vinculación con una experiencia que viene de más atrás, los fascinantes caleidoscopios conocidos por muchos a menor escala en su infancia. En las Caleidoscópicas más recientes las imágenes diseñadas están hechas sobre escrituras iridiscentes que, al ser captadas por el dispositivo interior espejo, produce efectos ópticos y lumínicos más variados y fascinantes.
Según el artista las cajas anamórficas reciben ese nombre porque están inspiradas en la Anamorfosis. Este es un procedimiento mediante el cual una imagen, para ser percibida en su forma original, necesita que el espectador se ubique en un determinado y preciso punto de vista. La Anamorfósis puede ser de dos tipos: una basada en la geometría y las matemáticas y en la proyección axonométrica y recibe el nombre de “anamorfósis óptica”, y la otra llamada “anamorfósis catroptica” que precisa de un espejo curvo, o de otro dispositivo especular, donde aparezca la imagen reconstruida. En este caso la proyección de la imagen real que diseña el artista en su propia negación, es su antiforma o contraforma, lo que quiere decir es que a pesar de representar la misma imagen ésta se ha convertido en otra cosa.
No quisiera dejar de citar una hermosa labor, la de Abilio, como docente. Sin buscarlo, él mismo lo destaca y dice que fue un azar. “No me formé como tal”. Comencé con el Dibujo Técnico. Dio cátedra de nuevas técnicas, hice libros infantiles educativos, libros venezolanos (1960-70). Siguió especialmente la realidad cultural. Finalmente, hay un aspecto y valor agregado en Abilio, las condiciones que tiene como contertulio, en más de un almuerzo o celebración las intervenciones del Abilio son magníficos ejemplos de nutrir a los participantes y de producir gratos momentos con aportaciones dignas de digerir y recordar.
Caracas, 18 de Octubre de 2024.
Carlos Maldonado-Bourgoin
Curador – Miembro de la Asociación Internacional de Críticos de Arte.
AICA Capítulo Venezuela.
Inauguración
Agradecidos con todos nuestros distinguidos invitados que nos honraron con su visita.
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Desde el 14 de agosto de 2024 hasta el 01 de septiembre de 2024